El tema de la indumentaria Maya y tejidos de los Pueblos Originarios que conforman Guatemala, en su devenir histórico, ha generado una serie de complejidades, alternativas y oportunidades. En ese sentido, se debe mencionar que existe amplia evidencia histórica y arqueológica en donde se fundamenta su origen, autenticidad y uso milenario. Sin embargo, en esta ocasión no se pretende ahondar en un marco histórico sobre dicho tópico, más bien, se busca entablar un diálogo reflexivo, integral y objetivo sobre lo que implica y conlleva producir y comercializar piezas textiles únicas, basadas en el conocimientos ancestral de mujeres Maya descendientes de múltiples comunidades lingüísticas y en un amplio legado cultural.
En dicho diálogo, se debe tener en cuenta que somos una sociedad cambiante y evolutiva, y que parte de ese proceso es la innovación en las distintas manifestaciones culturales que poseemos. En lo que concierne a los tejidos, la innovación se puede medir de varias maneras, entre ellos en los tipos de hilos y la diversificación de sus colores, en los diseños y el contenido simbólico que éstos representan, en la manera y el tiempo requerido para su elaboración, ya que cada pieza posee procesos distintos.
Para Waykan y las demás iniciativas de arte textil contemporáneo, elaborar una pieza es contar una historia, es compartir un conocimiento fruto de una herencia milenaria, es plasmar a la madre naturaleza en un tejido y conectarse con sus energías. Por lo tanto, cada tejido se convierte en un medio de expresión colectivo, cultural y natural, dirigido a un público diverso que estima, valora y reconoce la importancia de continuar con la
elaboración de piezas únicas y no masificadas, y sobre todo, que expresen el sentir de quienes las elaboran.
En este trayecto, también se reconoce, se vincula y ante todo se retribuye el infinito trabajo de las tejedoras y bordadoras, ya que son parte fundamental y medular en todo el proceso de elaboración. La relación es bilateral y fructífera, abierta y cooperada, el enfoque para darle vida, color e historia a una nueva propuesta, surge de diferentes
ámbitos, lo cual marca la diferencia en los tejidos que se producen.
Finalmente, se desea motivar al consumidor a apoyar estas iniciativas, que más allá de un estricto acto de consumo, fomentan el arte y creación de ideas, así como de promover el desarrollo local por parte de las comunidades originarias.
Por:
Esteban Gómez Toj
Arqueólogo, Maya K’iche’